DESDE EL OTRO LADO DEL ESCENARIO
Héctor F. Sanchis Arribas.
Abro los ojos, los tengo hinchados... No tenía que haber salido anoche.
Quiero dormir más aunque son las doce. Fuera llueve mucho, me gusta que
sea un día gris para mi primer concierto con Cosidos. Poco a poco y sin
prisa, me incorporo, camino por el pasillo, cruzo la puerta del comedor y se
me cae el alma a los pies: las guitarras están en el sofá, la ventana abierta
y la lluvia entrando a cántaros a través de ella... El día empieza mal.
Intento ponerme positivo y me río de la ironía de la situación, el karma es
muy traicionero. Como algo y me tumbo en el sofá un buen rato recordando
en silencio las letras y el orden del set-list. No me siento seguro así que lo
apunto en un papel y lo pego en la parte trasera de mi guitarra. Llamo a
Antoni y le digo que suba ya y mientras viene decido la ropa que me
apetece ponerme. Aunque es obvio que me pondré una camisa de cuadros y
unas botas.
Llega Antoni y no le digo nada del percance con las guitarras. Hacemos
marcha. Íñigo y Ale están viniendo de Madrid y vendrán un poco más tarde
a la Minúscula con el equipo. Nosotros vamos ya. Llegamos antes de lo
previsto y me doy cuenta de que todo está yendo bien y estoy menos
nervioso de lo que pensaba. Tocamos un rato, calentamos las voces y las
manos. Un par de cervezas después empiezan a llegar Spheniscidae con
cuentagotas, también empieza a llegar gente. Yo estoy como ausente,
saludo a la gente. Montamos el equipo entre todos. Prueban primero ellos.
Cerramos la puerta. Probamos nosotros, conectamos la guitarra de Antoni.
Funciona... Respiro hondo, no se mojó su pastilla. Probamos la mía. Silencio.
Noto como la barra de nervios empieza a subir, mi guitarra no funciona.
Pienso en que esta mañana no quería ni cambiar las cuerdas y ahora tendré
que tocar con otra guitarra. Pero como dicen Sarna con gusto no pica...
Tocaré con la Gibson de Íñigo que me hace sentir en casa.
Empiezan a tocar Spheniscidae. Estoy pendiente de su sonido. Íñigo me
mira de vez en cuando, creo que no se oye, le subo el volumen de la voz.
Estar pendiente hace que olvide mis nervios. Suenan bien, canturreo
‘cuando vuelvas quién te va a reconocer?’, me gusta ese verso. Me acerco a
Antoni y vemos el concierto juntos, sin hablarnos, tensos. Suena la última
nota y el aplauso dedicado para ellos, empieza nuestro turno.
Me siento en la silla, cojo la guitarra y me acerco el micro. Dejamos unos
diez minutos para que la gente fume. Antoni me trae una cerveza, pero yo
ya estoy inmóvil, nervioso y preparado para empezar. Damos las buenas
noches, y empieza a sonar Inerte. Me tiemblan las manos pero consigo
tocar sin problemas. Cierro los ojos y empiezo a cantar, afortunadamente no me tiembla la voz, sueno bien aunque pienso que se me va a caer la púa
de las manos en cualquier momento. Creo que no volví a abrir los ojos
hasta la mitad del concierto, me ayudaba a tranquilizarme, a trasportarme a
ese sofá donde ensayamos día tras día el set-list. Seguimos tocando,
canción tras canción. Empiezo a abrir los ojos un poco pero no consigo ver a
nadie... Me da igual... Estoy tranquilo, lo estoy disfrutando y me permito
alguna licencia como cantar ‘Y tus tetas al viento nada más’ y que nadie se
percate excepto Antoni que me responde con una sonrisa socarrona.
Tocamos un par de covers y llegamos a la parte divertida del concierto.
Presentamos nuestro tema ‘Le petit Cabrón’ y la gente ya sonríe
tímidamente, empezamos con ella... Es como cantar un monólogo a ritmo de
Valls. No hacemos ademán de irnos y esperar un Bis, simplemente
anunciamos que ahora es tiempo de Bis pero que nos ahorramos toda la
parafernalia y acabamos ya. Es hora de estar en casa, presentamos nuestro
pequeño homenaje a Love of Lesbian y a Spheniscidae. Se trata de la
manera que tienen tres grupos tan diferentes de entender los mismos
acordes. Suenan a la vez ‘Torres más altas’ (Cosidos), ‘Nuestra lucha’
(Spheniscidae) y ‘1999’ (Love of lesbian). Oigo aplausos de sorpresa, ya me
siento en casa, ahora mismo estoy en mi sofá tocando, huele a mi casa,
estoy tranquilo, estoy disfrutando, miro a Antoni, sé que él también...
Acabamos... Es hora de presentarnos y dar las buenas noches. La gente
aplaude. Nosotros sonreímos.
Me levanto y me bebo la cerveza de un trago. Estoy vacío de energía y
sentimientos pero con una sonrisa en la cara. Esto acaba de empezar.
OS dejamos con unas tomas de audio del concierto:
Mr. I
OS dejamos con unas tomas de audio del concierto:
Mr. I
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