Es sin duda uno de los mejores guitarristas de la historia de la música, y son testigo los escalofriantes solos de canciones como Satisfaction o Sympathy for the Devil. Pero también es la viva imagen de que el Rock&Roll se vive más allá del escenario. A los 66 años, Keith Richards ha logrado meterse en todos los líos que un ser humano convencional tardaría tres vidas en sumar, el principal de ellos ser el guitarrista y cofundador de The Rolling Stones. La pregunta que acecha a cualquier seguidor es ¿cómo logra seguir vivo? En noviembre llegará a España la biografía del mito del rock, Life, que quizás logre aclararnos esta duda.
"Esta es la forma en la que sucedió", un posible resumen de toda la vida del apodado Mr. Rock&Roll, un viaje a través de la historia de como un niño nacido a las afueras de Londres llega a ser el guitarrista de una de las bandas más importantes de la historia. Todo esto incluirá la biografía de Richards, Life: su infancia, su comienzo con los Stones, los conflictos con Mick Jagger y los problemas con las drogas. Y es que hay historias que merece la pena conocer.
Sexo. Como en toda vida de estrella del rock, y sin importarle demasiado los convencionalismos sociales o morales. En Life Richards relata, entre otras historias, su primer encuentro sexual con Anita Pallemberg, en aquel entonces modelo, actriz, musa de Andy Warhol, y más importante aun, novia del entonces componente de la banda Brian Jones. Una cita que, por cierto, tuvo lugar en un lugar entre Barcelona y Valencia en plena visita invernal de los Rolling por nuestro país. "Pero en Valencia era como si fuera verano", nos aclara, por si las dudas. El resultado de esta relación fue un largo noviazgo y una de las experiencias más duras para Richards, la muerte de su tercera hija recrecida con Pallemberg mientras él estaba de gira. "Abandonar a un recién nacido es algo que nunca podré perdonarme". Tras su separación de la modelo y actriz, y tras una aventura con la entonces novia de Jagger, Maria Faithfull, se casó con Patti Hansen en un hotel de México, y tuvo otras dos hijas. Su estirpe está asegurada.
Droga. La relación de Richards con las drogas vino de mano del éxito de Sus Satánicas Majestades, pero fue más allá de la moda de la época consagrada entre los grandes del rock, hasta poner en peligro la continuidad de la banda y su propia vida. En 1967 Richards se vio envuelto en su primer problema con la policía a causa de la droga, y consiguió evitar un año de cárcel gracias a la protesta de los fans. Dos años más tarde comenzaba su adicción a la heroína, una relación turbulenta. "Mientras me drogaba, estaba completamente convencido de que mi cuerpo era mi templo y que podía hacer lo que quisiera con él", dicho en sus propias palabras. Problemas con la policía, falta de inspiración, pérdida de talento y finalmente en 1977 una detención con pena de cárcel de la que logró escapar a cambio de un concierto benéfico. Con este último hecho comenzó su rehabilitación, que finalizó con éxito dos años más tarde, porque esnifarse las cenizas de su padre no cuenta...¿no?
Y mucho Rock&Roll. Desde pequeño Richards ya apuntaba a maneras. Con 12 años actúo delante de la Reina de Inglaterra, aunque no como premonición del Good Save the Queen, sino cantando con el coro del colegio. A esta edad ya había conocido a Mick Jagger en la escuela primaria, aunque su relación musical tuvo que esperar a que Richards se metiera en suficientes líos como para ser expulsado de la escuela y que su única alternativa fuera asistir a Sidcup Art Schools donde, tras comprobar que los pinceles no eran lo suyo, retomó el contacto con Jagger. Se incorporó como guitarrista en la banda que éste había fundado, The Pretty Things, que un año más tarde, en 1962, pasó a denominarse oficialmente The Rolling Stones. Keith tenía 19 años.
Del éxito de los primeros covers (Won't Fade Away, I wanna be your man) pasaron al éxito de las canciones propias de la banda, que Richards y Jagger componían. La primera en alcanzar lo más alto fue Satisfaction, y sóloRichards podía permitirse grabar el riff de este éxito, uno de los más reconocidos y pegadizos de la historia, en mitad de la noche casi por casualidad para a duras penas poder descifrar la grabación a la mañana siguiente.
Richards se consolidó así como ese guitarrista oscuro, de sonrisa torcida e inconformista que tanto contrastaba con la extroversión y ansia de innovación de Jagger, un contraste de actitudes que llevó a constantes conflictos entre los fundadores de la banda, tanto por el liderazgo como por la dirección que los Rolling debían tomar, y que desencadenó en una separación en los 80 en la que ambos trabajaron en proyectos propios: Mick en solitario y Keith con la banda X Pensive Winos, cuyo primer disco, Talk is Cheap, fue muy bien acogido.
Pese a esto, ambos sabían que The Rolling Stones era algo demasiado grande como para desaparecer, y volvieron por todo lo alto en 1989 con Steel Wheels.
A día de hoy siguen trabajando juntos, y después de las recientes declaraciones Ron Woods, parece que por mucho tiempo más. "Mick y yo seguimos siendo grandes amigos y todavía queremos trabajar juntos. ¿Qué sería de la vida si todos estuviésemos de acuerdo y no hubiera problemas? Pues sin conflictos no pasaría nada, no habría blues", nos aclara Richards.
La historia de Keith Richards es la historia de uno de uno de los más grandes rockeros de la historia, que logró subir a lo más alto para no bajar, y sobrevivir a todos los altibajos de la vida de una estrella para después contarlos en uno de los libros musicales más importantes del año, Life. Esperamos que la próxima vez que hablemos de él sea para confirmar el comienzo de una gira de The Rolling Stones, después de que Richards afirmara que él y Jagger se han planteado hacer algo para el verano de 2011. ¡Crucemos los dedos!
Ms. P
¿Pero aún quedaba algo por escribir de este hombre? jajaja.
ResponderEliminarBuen resumen, orquideas! ;)