Tal día como hoy, hace 70 años, nacía John Winston Ono Lennon en medio de un bombardeo alemán sobre la ciudad de Liverpool. Ahora, el mundo entero celebra el que sería su aniversario de no haber sido asesinado cuando sólo tenía 40 años. John Lennon fue un genio, un incomprendido, que tan pronto se consideraba a sí mismo un Dios todopoderoso como se hundía en la más triste miseria. Su biografía está recogida en cientos de libros y está colgada por todo Internet. John Lennon es parte de la sabiduría popular, y hay pocos que no conozcan la figura de este pacifista con gafas redondas, acompañado día y noche de una japonesita pequeña.
Lennon nació y vivió toda su adolescencia en Liverpool, en casa de su tía Mimi. Nunca tuvo relación con su padre, Alf, pero sí con su madre, Julia, que mantuvo contacto con él hasta que murió atropellada cuando John tenía 18 años. Fue ella quien le regaló su primera guitarra, aunque le advirtió de que no podría vivir de la música. John nunca superó la muerte de su madre, y años más tarde le dedicaría canciones como Julia, o Mother, en las que volcó todo la añoranza y el resentimiento que sentía hacia ella. Toda esta etapa de su vida está muy bien plasmada en el biopic Nowhere Boy, que se estrenará en España en noviembre.
Conoció a Paul McCartney el 6 de julio de 1957 en Woolton, y le propuso casi instantáneamente unirse a su grupo, The Quarry Men (porque no solo sabía tocar la guitarra, sino afinarla también). Más tarde, y tras una larga temporada tocando en condiciones infrahumanas en Hamburgo se les unirían George y Ringo, y formarían The Beatles.
Es imposible hablar de John Lennon sin hablar de los Beatles. Con Brian Epstein como manager pronto se hicieron con Reino Unido, y poco después con América. La Beatlemanía fue un fenómeno sin precedentes. En 1965 fueron nombrados miembros de la Orden del Imperio Británico, muy a pesar de John, que no quería perder su imagen rebelde. En medio de todo este escándalo, él componía constantemente, escribía libros y actuaba. Sin embargo, se sentía solo, y pedía auxilio a través de canciones como Help!, que expresaban la gran inseguridad con la que vivía día a día, sintiendo que iba a perder la capacidad para componer y que iba a ser olvidado. Pero el momento en que realmente todo se volvió loco fue en 1966, cuando afirmó que los Beatles eran más populares que Jesucristo. El enorme alcance mediático de esta declaración (algo sacada de contexto, sin embargo), hizo patente la enorme fama de los Beatles, y obligó a Lennon a pedir perdón públicamente, como podemos ver aquí.
Mientras tanto Lennon se casó con Cynthia Lennon y tuvo a Julian, aunque nunca se sintió realmente unido a él. Cuando más tarde conoció a Yoko y se divorció de Cynthia, Paul escribió Hey Jude para Julian. Con Yoko tuvo a Sean, un hijo al que se sintió completamente ligado desde el primer momento en que lo vio, y al que le concedió todo capricho. El amor que sintió por Yoko, unido a su tendencia a hacer lo que le daba la gana, fue una de las grandes razones por las que los Beatles se separaron. El problema ya venía de largo, pero cuando Yoko empezó a aparecer en las sesiones de grabación, la cosa no pudo dar más de sí. Tras los Beatles, Lennon publicó obras maestras como el álbum Imagine (1971), en el que empezó a hacerse muy patente la rivalidad entre él y McCartney, que dejaban mensajes subliminales en sus canciones (como la canción How do you sleep?, de Lennon, en la que cantaba "Those freaks was right when they said you was dead").
Toda la década de los 70 fue complicada para Lennon. Cuando Sean nació dejó aparte la música, y se dedicó por entero a él. Se había convertido en un activista por la paz, por lo que la CIA estuvo mucho tiempo tras él, pinchándole el teléfono e intentando que fuera repatriado a Inglaterra.
Sin embargo, todo acabó el 8 de diciembre de 1980, cuando Mark David Chapman, un desequilibrado obsesionado con El guardián entre el centeno, le disparó 6 veces en la puerta del edificio Dakota, donde vivía. John murió en brazos de Yoko, y su muerte colapsó los medios de comunicación de todo el mundo.
A día de hoy le recordamos no solo como un genio, sino como una persona a veces necesitada, a veces egoísta, pero que bien podría ser más famosa que Jesucristo.
¡Feliz cumpleaños, John!
Ms. A
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