viernes, 3 de junio de 2011

Reunión en el garaje: Mujeres y Las Robertas


Reunión garajera ayer en la Sala Matisse, con la ruidosa actuación (en el mejor sentido de la expresión) de los barceloneses Mujeres acompañados por Las Robertas, directamente desde Costa Rica. Antes del concierto, las daisies estuvimos charlando con los chicos de Mujeres, que entre otras cosas nos prometieron un concierto que (como siempre) superase a los anteriores. Con las expectativas cumplidas, os dejamos esta crónica-entrevista, o entrevista-crónica, como gusten.

"Hacer música vieja con zapatos nuevos". Es como describe el cuarteto que forma Mujeres su actividad, aunque sin anclarse demasiado en el pasado. "A mí precisamente me gusta mucho la música actual, y la del futuro", puntualiza Pol Rodellar, bajista de la banda. "Apunta que nos gusta la música del futuro porque la conocemos" , añade el batería Martí Gutiérrez. El guitarrista y cantante Yago Alcover pone orden. Son conscientes de que no inventan nada nuevo musicalmente, pero tampoco son una banda de revival, y más bien se suman a una nueva hornada de grupos que hacen una revisión del garaje con un sentido común del siglo XXI. 

Quedan descartados sentimientos de nostalgia. Mientras Martí  afirma que es feliz en el presente y con el momento que viven como banda, Pol añade que el haría un corto viaje temporal y retrocedería tres años. "Era más joven, más feliz", justifica. ("Es que tenía más pelo", nos chiva Martí). 

Los cuatro componentes de Mujeres se conocieron en la Universidad, y fue al terminar cuando formaron la banda, y desde entonces no han parado. "Hay grupos que se montan y no se quieren mover demasiado... pero nosotros sí que queríamos", nos explica Yago. El verse todos los días, ir a conciertos juntos y otros proyectos en común hizo que al salir de la Universidad formar la banda fuera "algo evidente". Tenían ganas de tocar, y sobre todo mucha confianza en el grupo. "Sabía que me lo iba a pasar bien" confiesa Martí. 

"Ahora la banda tiene más curro, estamos pensando en el próximo disco", nos cuenta Yago, sin falta de razón, ya que además de la gira por España han pisado también escenarios londinenses y americanos. "Hemos conseguido cosas que nos obsesionaban, como tocar en EE.UU. con grupos que nos flipan", comenta, refiriéndose al festival de Austin SXSW, donde pueden presumir de haber tenido una buena acogida. También en España se han dejado ver hace un mes en el  SOS 4.8 o en el Primavera Sound de 2010, un festival que califica Pol como el mejor de España por su calidad musical, donde el garaje encaja perfectamente. Con respecto a su imagen de "gamberretes", Yago justifica que es necesario crear una imagen y mantenerla sobre todo cuando la banda sube al escenario. "Aunque es verdad que quizás alguna noche nos agarramos un buen pedo y nos sacamos el rabo en un bar", matiza elegantemente Pol. Anoche les tocó enfrentarse al público valenciano, al que ya visitaron el pasado enero. "Se comportaron como auténticos jabatos," elogia Martí, "aunque lo más salvaje va a pasar esta noche". Nosotras definitivamente nos quedamos para comprobarlo.
Empieza lo bueno. Les toca a Las Robertas abrir la noche, y poco de ellas dice su imagen de adolescentes rebeldes o los amables "gracias" entre tema y tema, que quedaron desbancados al comenzar la actuación. En cuanto empezaron a sonar no tuvieron ningún problema en llenar musicalmente la sala. Toda la sencillez de una batería, una línea de bajo y una guitarra distorsionada, acompañada por las jóvenes voces de Merche y Monse cantando al unísono (unas horas antes en la prueba de sonido aclaraban que "no hay voz principal"). Sin duda la actuación estaba en la línea de lo que el público había venido a ver, y éste disfrutó del concierto con una mezcla de sorpresa y expectación. La mezcla de garage, punk y noise con la que se podría describir a Las Robertas quedó fusionada en un sonido ambiental y absorbente, de repetitivos acordes y voces incomprensibles que sonaban a distorsión como si de un instrumento más se tratase.
Armados con sus respectivos instrumentos, llegó el turno de que Mujeres tomaran el escenario. Sólo necesitaron tres canciones para que el público enloqueciera, bailando a empujones en las primeras filas ante otros espectadores más sosegados, y aullando los gritos monosílabos que caracterizan las canciones de la banda. 

El ambiente que inundó la sala fue perfecto para disfrutar de un setlist que intercaló temas ya conocidos como Frantic, Amusement o Wanna Boom  con otras sorprendentes canciones que nos dejan deseando escuchar más de lo nuevo de Mujeres, y que fueron más que bien recibidas por el público. El concierto fue ganando en intensidad, plasmado en la estampa de un público sudoroso y unos Mujeres semi-descamisados (o descamisados del todo en el caso del guitarrista Martí Gallén). 

Gatillazo musical a medio concierto por problemas técnicos, aunque mejor interpretarlo como una "breve pausa". Resuelto todo, el concierto retomo sus andares, metiéndonos cada vez más en un ambiente que recordaba a una versión rockera del clásico baile de promoción americano, donde Dean llevaba a MaryLou. Quedó reforzada esta imagen con el cover de los Beatles de Please Please Me que la banda se marcó, que adaptaron a su estilo hasta lograr que encajara a la perfección con la siguiente versión del mítico Run, Run, Run  de The Velvet Underground

El tema Oh My!, sin duda de los destacables del disco, fue el encargado de cerrar el bolo, ante un público exhausto y excitado. La combinación Las Robertas+Mujeres sin duda acertada, al igual que la intensa actuación de las primeras, y el toque salvaje de los segundos. Pero más acertada aun la decisión de haber ido al concierto.

Ms P


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