El melenudo, que no desmelenado, Kurt Vile estrenó el 8 de marzo su cuarto disco Smoke Ring For My Halo con la discográfica Matador. El cantautor de Philadelphia, que se dio a conocer en el 2009 con Constant Hitmaker, vuelve así con un disco que, por suerte, no se sale de lo que ha sido su trabajo hasta el momento. Es decir, un trabajo con un gran potencial narrativo, una gran armonia instrumental y una voz que se pierde en ecos y susurros.
A medio camino entre la dulzura y la tristeza, o quizás combinándolas a partes iguales. Son tres los temas que destacan especialmente de este disco. El primero es el que nos da la bienvenida a este nuevo trabajo, Baby's Arms, oda al amor único y verdadero, una la canción melódica y con todo lo bueno de la sencillez, que es además la única canción de temática romántica del disco. Comparte estilo Runners Up, que saca de Kurt Vile su faceta de "cuentacuentos", inclinándose la balanza en este caso hacia un tono triste y de huída. Ghost Town es la tercera joya de este disco además de su single, la rutina hecha sueño y el sueño hecho canción.
Hay que añadir a estos rasgos otras pinceladas, como el toque protesta de aire rock de Puppet For The Man o Society is my friend, o la letra filosófica, casi incomprensible, de On Tour, acompañada de una exquisita combinación instrumental.
El disco se cierra, de la misma manera que hizo en su anterior trabajo, God Says This To You, con una pequeña pista instrumental, Shell Blues, interpretada por un piano y redobles de campanas. ¿Espereanzadora o fúnebre? Mejor quedarnos con la esperanza de próximos proyectos de Kurt Vile a la altura de éste recién estrenado.
Ms P
Y aunque en directo este tema se haga un poco de rogar...
Baby's Arms
A medio camino entre la dulzura y la tristeza, o quizás combinándolas a partes iguales. Son tres los temas que destacan especialmente de este disco. El primero es el que nos da la bienvenida a este nuevo trabajo, Baby's Arms, oda al amor único y verdadero, una la canción melódica y con todo lo bueno de la sencillez, que es además la única canción de temática romántica del disco. Comparte estilo Runners Up, que saca de Kurt Vile su faceta de "cuentacuentos", inclinándose la balanza en este caso hacia un tono triste y de huída. Ghost Town es la tercera joya de este disco además de su single, la rutina hecha sueño y el sueño hecho canción.
Hay que añadir a estos rasgos otras pinceladas, como el toque protesta de aire rock de Puppet For The Man o Society is my friend, o la letra filosófica, casi incomprensible, de On Tour, acompañada de una exquisita combinación instrumental.
El disco se cierra, de la misma manera que hizo en su anterior trabajo, God Says This To You, con una pequeña pista instrumental, Shell Blues, interpretada por un piano y redobles de campanas. ¿Espereanzadora o fúnebre? Mejor quedarnos con la esperanza de próximos proyectos de Kurt Vile a la altura de éste recién estrenado.
Ms P
Y aunque en directo este tema se haga un poco de rogar...
Baby's Arms
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