miércoles, 20 de julio de 2011

FIB 2011 VIERNES: Cuando Flowers superó a Casablancas

Un extraño momento de Casablancas sin sus gafas. Archivo FIB / Óscar L. Tejeda
Si el jueves fue el día de las mujeres, el viernes fue el de los hombres emblema, encabezados por Julian Casablancas y Brandom Flowers, una serie de artistas masculinos en los que todos depositábamos grandes expectativas, pasaron por los tres escenarios del recinto, cumpliendo o no lo que se esperaba de ellos. 
Atom Rhumba. Archivo FIB / Óscar L. Tejeda
ATOM RHUMBA
"Cuando folléis con vuestros novios esta noche en el cámping, pensad en nosotros". Esta y otras perlas dejaron caer los ya no tan jóvenes bilbaínos componentes de Atom Rhumba, que se comieron el escenario Maravillas cuando todavía pegaba toda la solana de las seis de la tarde. Música cruda, gruñida e inclemente con los tímpanos del público que, sin embargo, la acogió de muy buen grado. Momento a destacar: el tema Stella, en el que Rober! (sí, lo escribe con exclamación), se sirvió del falsete más agudo para descender después a un ronco estribillo. 


Herman Düne. Archivo FIB / Liberto Peiró
HERMAN DÜNE
Aquí en España este dúo francés ha pasado de ser completamente desconocido a que su I Wish That I Could See You Soon suene en todos lados (maravillas de un anuncio de cerveza). Los guiris, sin embargo, no esperaban este tema con la expectación que lo hacíamos los pocos españoles que pululábamos por allí. Así que la canción sólo fue una más en medio del repertorio de estos chicos, que aprovecharon para presentar su muy reciente álbum Strange Moosic

NUDOZURDO
Con su actuación en el escenario verde, el cuarteto madrileño derrochó intensidad en cada canción. El setlist dejó más que satisfecho a sus seguidores, ofreciéndo además de los temas más destacados de su último trabajo, como Prueba/Error o Prometo Hacerte Daño, canciones deseadas de sus dos últimos discos, como Negativo o Dentro de Él. Nuevamente, el éxtasis del concierto llegó de la mano de El Hijo de Dios, una versión extendida hasta la agonía en la que la mirada de Leo Mateos viajaba entre el público y el infinito. Manteniendo a lo largo de la actuación su habitual silencio, rompió el ritual al final de la actuación para dar las gracias. Gracias a vosotros, definitivamente. 

BRANDOM FLOWERS
Dos palabras: sorprendente y conmovedor.  El cantante de The Killers no tiene que tener nada que envidiar a The Strokes, ya que su actuación, sin lugar a dudas, les supero en calidad. Abrió con su tema Welcome To Fabulous Las Vegas, una canción acústica con la que demostró tener un chorro de voz estremecedor. Llenó el escenario con canciones de su álbum Flamingo, entrelazando unas con otras y versionándolas de forma espectacular, y para terminar de volver loco al publico tocó tres temas de The Killers, cerrando el concierto con una versión de Mr Brightside.

THE STROKES
Casablancas con su atuendo, de todo menos veraniego.
Archivo FIB / Óscar L. Tejeda

Los neoyorquinos fueron desde el principio una de las cabezas más jugosas del festival, al juntar su retorno como banda y el estreno de su nuevo disco Angles. La banda liderada por un siempre chulo Julian Casablancas (misma chupa de cuero al margen del calor, y gafas de sol al margen de la noche) supo presentar un setlist a la altura de las circunstacias. Desde el comienzo del concierto con los acordes de New York City Cops hicieron bailar al público con clásicos que no se hicieron esperar, como Reptilia o Someday, acompañados por temas de su nuevo disco como Under Cover of Darkness o Machupichu. Pese a esto, escoger un repertorio a la altura y sonar bien es lo mínimo que se le puede exigir a una banda de la altura de The Strokes en un festival de la altura de Benciassim. No pasaron desapercibidas miradas tensas hacia Julian ante un repentino ataque de tos, o algún fallo del cantante que incluso obligó a comenzar la canción  de nuevo ("sorry, I've fucked up", se disculpaba). Canciones que terminaban como hachazos, y mucho postureo tanto de Julian como del guitarrista Nick Valensi, que con toda su clase, se las debió de ver difíciles para aparentar que no le molestaba tocar con todo el pelo en la cara tras media hora de concierto. Para terminar, Take it or Leave it, un "stay crazy" de Casablancas, y apagón repentino del escenario.
FRIENDLY FIRES
Hace unos meses la revista NME nombró a Ed Mcfarlane, cantante de la banda, uno de los tíos "más cool” del año, y no es para menos, en la vida hemos visto a nadie bailar en un escenario con tanta energía. Fueron sin duda el plato bailable de la noche superando incluso a los DJs. Demostraron ser la mezcla perfecta entre rock y dance, terminando con una versión de Kiss Of Life más larga de lo normal, para así dejar a su público con un buen sabor de boca.

Extravagante actuación de Friendly Fires. Archivo FIB / Óscar L. Tejeda

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