FIB 2011 DOMINGO: Noche de fuego para despedir el festival

El despliegue escénico de Arcade Fire. Archivo FIB/Óscar L. Tejada

El último día del festival, pro todavía con ganas ante uno de los grupos más prometedores: Arcade Fire. Al pie del cañón hasta el último momento, las daisies no bajamos la guardia este último día, y pudimos disfrutar de algunas actuaciones que no por ser de las últimas fueron peores. Que se lo digan si no a toda la energía que derrocharon The Go! Team, o la increíble propuesta de Portishead. Aquí teneis la última entrega de nuestra experiencia FIB. ¡Hasta el año que viene!

VERONICA FALLS

Veronica Falls. Archivo FIB / Liberto Peiró

Esta banda bien podía haber engrosado las filas del Primavera Sound, pero se la llevó el FIB. No habíamos escuchado mucho de ellos, más que nada porque no hay gran cosa publicada. Beachy Head y poco más. Pero nos bastó para que la curiosidad nos llevase a media tarde a acercarnos al Fiberfib, donde el grupo hacía una prueba de sonido de última hora, en la que nos liábamos sin saber si el concierto había empezado o si sólo ensayaban. Pero al final empezaron, como era lógico, y tocaron esos temas suyos que suenan sucios y brillantes al mismo tiempo. El pop se filtraba en la melodía de canciones como Starry Eyes mientras ellos permanecían algo callados, potenciendo esa imagen tímida que los caracteriza, pero sin distanciarse totalmente del público.

PROFESSOR GREEN 

Sin lugar a dudas uno de los conciertos más divertidos de esta edición del FIB. El rapero iba acompañado de un DJ que comenzó la actuación solo en el escenario pinchando clásicos tales como Jump Around de House of Pain, que calentaron los motores para arrancar con fuerza cuando Professor saltó al escenario. Presentando su segundo álbum en el que versiona de forma muy peculiar temas como Where is my mind?, el cantante enloqueció a sus fans  con sus grandes temas como Monster o Coming to Get Me, con los que nos suplicaba que bailáramos y saltáramos con él. Fue una actuación divertidísima, te guste o no su estilo de música.

PORTISHEAD
La apuesta por el trip-hop ha sido de las más atrevidas y marcianas, pero sin duda de las que más merecieron la pena. "Una actuación de esta calidad, pega más para el Primavera Sound", me comentó alguien. La verdad es que faltaron actuaciones como esta. Pese a que la monotonía rítmica y el sosiego del público no congeniaba con el ambiente del festival, la actuación de Portishead, con una increíble Beth Gibbons a la cabeza, fue toda una experiencia musical y audiovisual, con proyecciones que combinaban abstracciones y planos extraños del escenario. 

THE GO! TEAM

The Go! Team en el escenario fue el regreso de las Spice Girls en cuanto a baile se trata, patadas, saltos, piruetas, movimientos extravagantes. Una locura representada por una cantante con orejitas de gato. Musicalmente muy sorprendente, no es fácil combinar dos baterías, guitarras eléctricas y dos cantantes con voces muy diferentes capaces de hacer un conjunto que suene genial. Actuaron a la vez que Portishead, por lo que tampoco tuvieron un público muy abundante, pero los allí presentes bailamos como nadie intentando imitar el estilo animadora de la banda.

ARCADE FIRE

Archivo FIB/Óscar L. Tejeda

Han sido el grupo de moda del último año, y su último disco, The Suburbs, uno de los favoritos del 2010. Con esta presión, los canadienses se encargaron de ser los cabezas encargados de cerrar el festival. Y no sucumbieron. El despliegue en el escenario fue increíble desde el principio, con vídeos que desde el primer momento nos llevaron a los utópicos suburbios. Win Butler a la cabeza, actuó como perfecto director de todo un conjunto de músicos que supieron combinar a la perfección, cuerda, percusión, y voces en coro a las que el público no dudó en sumarse. La gente enloquecía con Month of May y se emocionaba después con Crown of Love. Valientes hasta el punto de tener a un percusionista trepando por la estructura del escenario, bombo incluído. Los canadienses supieron defender su posición, hacer disfrutar al público, y justificar tanto elogio que les ha rodeado. Un broche perfecto para esta edición del FIB.