miércoles, 29 de septiembre de 2010
Banksy: un grafiti en la gran pantalla
lunes, 27 de septiembre de 2010
The Runaways: Chicas, Drogas y Rock&Roll
Como muchos otros mitos del rock, The Runaways ha dado el salto al cine llevando a la gran pantalla a la primera banda de rock femenina.
La película, dirigida por Floria Sigsimondi, cuenta la movida historia de Joan Lett (Kristen Steward) y Cherie Currie (Dakota Faninng) dos adolescentes estadounidenses, que en los 70 se metieron de cabeza en la escena musical mundial, pasando a la historia como la primera banda de rock femenina de éxito.
The Runaways duró cuatro años, en los que perteneció a la discográfica Mercury. Con esta publicaron temas como Cherry Bomb, que dio la vuelta al globo, haciéndolas muy populares en países inesperados como Japón, donde se dispararon las ventas de sus discos. Las chicas se disolvieron en el 79, con un último concierto multitudinario, el día de año nuevo en Nueva York, debido a sus crecientes altercados con el dinero y las drogas (tema principal del film).
La película se estrenó el pasado abril en EE.UU. (septiembre en España) donde recaudó más de dos millones de dólares, principalmente por contar con dos de las actrices más populares del momento entre los adolescentes. Deja mucho que desear como biografía, pero no se puede negar que hace justicia a la electricidad y a la fuerza de la banda. Cuenta con grandes escenas musicales de los directos de las protagonistas, que en mi opinión forman la parte más realista del largometraje, mostrando a una Kristen Stewart y una Dakota Fanning alocadas, desfasadas e incluso demacradas. Por lo general, el hecho de que sea la biografía de The Runaways queda un poco al margen, para cualquiera que no conozca la existencia del grupo esta es una película más sobre los jugueteos de los adolescentes con el rock y las drogas.
Ms C
viernes, 24 de septiembre de 2010
Madrid se rinde ante Eels
Mark Everett ha vuelto a conseguirlo. El pasado 18 de septiembre la sala La Riviera de Madrid se fue llenando poco a poco para ver al autor de Cosas Que Los Nietos Deberían Saber, un libro autobiográfico que ha dado la vuelta al mundo. Teloneado por un ventrílocuo (del que mejor no hablaré) y por Alondra Bentley, que apareció sonriente y ataviada con una enorme barba postiza, Mr. E hizo acto de presencia en un escenario completamente a oscuras, y se guió hasta su puesto alumbrado con una linterna. El grupo estaba formado por dos guitarras (sin contar a Everett), un bajo y un batería, todos ellos en camisa y corbata, con unas inseparables gafas de sol y una frondosa barba. Sólo Mr. E varió el vestuario: se presentó ataviado con un curioso mono blanco, y con la cara casi completamente oculta por un pañuelo, unas gafas de sol y su larga barba.
El concierto comenzó con Grace Kelly Blues, 3 speed y End Times, lo que auguraba un espectáculo tranquilo e intimista. Nada más lejos de la realidad. La siguiente canción en sonar fue Prizefighter, que marcó el ritmo de lo que sería gran parte del concierto.
Basado principalmente en los tres últimos discos (Hombre Lobo, End Times y Tomorrow Morning), el setlist incluyó también canciones clásicas del grupo, como My Beloved Monster (casi irreconocible al principio, pero aún así conmovedora) o Souljacker.
Pero lo que realmente hizo el concierto inolvidable fueron los guiños a los grandes de la música, con versiones de The Rolling Stones (She Said Yeah), The Lovin' Spoonful (Summer in the City) e incluso del Summertime de George Gershwin, en el que Everett lanzó helados al público. Algo curioso fue la mezcla del famoso Twist and Shout con su Mr. E's Beautiful Blues, algo que parecía imposible pero que no, no lo era.
Todo esto, unido a Mr. E bailando con una maraca o cantando That Look You Give That Guy tan dulcemente que todo el público se estremeció, dan lugar a un concierto que pasa a formar parte de nuestra exclusiva lista de FAVORITOS.
Ms. A