domingo, 27 de febrero de 2011

Transformación de Iron & WIne en su nuevo disco

El 25 de enero Iron & Wine, nombre que enmascara al cantautor estadonunidense Sam Beam, publicó su cuarto álbum, Kiss each other clean, que continua la metamorfosis que comenzó con su anterior Sheperd's Dog hacia melodías más completas. Se asegura así, como ya sucedió con Sheperd's Dog, una gran acogida, tanto del público como de la crítica, ante un camino que sin duda ha sido el acertado.

De Sam Beam elogiamos su poder narrativo, el contenido de sus letras y su personal voz, rasgos que le aseguran destacar como cantautor. Pero si a esto le añadimos la sorprendente melodía con la que cuentan sus temas de Kiss each other clean, el reslutado es más que destacable. Atrás queda la predominante sencillez instrumental con la que Sam Beam se estrenó en sus dos primeros discos. Este nuevo disco nos sorprende con el toque electrónico que lo abre en Walking Far From Home o con toques de inspiración Motown en canciones como Big Burned Hand. Para los más nostálgicos, temas como Half Moon o Godless Brother in Love, que mantienen esa especial sensibilidad instrumental.

Iron & Wine ha sabido innovar, incorporar nuevas influencias y ritmos que ayudan a disfrutar más de este Kiss each other clean, producido por Warner Records, pero sin dejar de lado esa sensibilidad narrativa que sin duda es su sello de identidad.

Ms P

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